Mauricio Litman

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Mauricio Litman nació en Buenos Aires el 17 de julio de 1915, hijo de inmigrantes rusos. Quedó huérfano de padre a los once años por lo que tuvo que abandonar los estudios y salir a trabajar. Desde muy joven se destacó por sus aptitudes comerciales. En un principio se dedicó al negocio de ferretería, en el que llegó a tener el segundo negocio más importante de Buenos Aires. Operaba bajo el nombre de Morea S.A. También tenía una representación para la venta de vehículos de una fábrica de Chicago y de repuestos de origen alemán. Estableció entonces la firma Ciervo S.A.

Escrito por:

Fernando Cairo
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Fernando Cairo

En 1943 participó de una cena en el Hotel Casino Punta del Este con su esposa, Blanca Mazer, y algunos amigos, cuando le ofrecieron unas tierras que sólo podía recorrer a caballo, ya que no había caminos para llegar a ellas. Se trataba de una gran superficie arbolada con pinos, acacias y eucaliptos, ubicada al norte de un estrecho camino que con el tiempo se convertiría en la avenida Roosevelt. Litman aceptó la oferta y continuó comprando tierras en el mismo lugar. Más tarde, tras abrir calles y lotear el terreno, dio comienzo a la urbanización de Cantegril. Su idea era crear un club campestre en el medio del bosque, rodeado de bungalows que se pondrían a la venta. Para vender su urbanización, Litman desplegó un novedoso criterio publicitario y propagandístico. Debía vencer los prejuicios de los veraneantes del balneario, cuyo eje era la avenida Gorlero, y convencerlos de comprar en un nuevo barrio apartado del centro. Como se dijo, en Buenos Aires Mauricio Litman era propietario de la empresa Ciervo S.A., que entre otras actividades se dedicaba a la producción de viviendas prefabricadas. En ella trabajaba el arquitecto Alberto Ugalde, quien se encargaría de realizar la urbanización y se convertiría en la mano derecha de Litman en Punta del Este. Tras asociarse con José Iturrat para abrir una inmobiliaria, Litman emprendió una intensa campaña de publicidad en los periódicos de Montevideo. Promovió excursiones en ómnibus y en ferrocarril para atraer nuevos visitantes, muchos de los cuales se aficionaron al lugar y se hicieron propietarios. En su propia imprenta, ubicada en el Cantegril Country Club, editó catálogos con fotografías para dar a conocer el balneario y la urbanización. El 2 de febrero de 1947 inauguró el magnífico edificio del Cantegril Country Club, proyectado por el arquitecto Rafael Lorente. Se trató de una obra importante, construida por la empresa del arquitecto Elías Ciurich y el constructor José Héctor Bomio, en la que hábilmente se combinaron la piedra, el ladrillo y la madera. Los primeros trece bungalows, ubicados alrededor del club, fueron diseñados por el arquitecto Julio Aranda y construidos por la empresa Giovinazzo. Posteriormente Litman siguió construyendo, casi hasta llegar a Maldonado, una cantidad que se estima en cercana a quinientos bungalows, proyectados por los arquitectos Ugalde, Querejazu y Riffaud.

Las nuevas edificaciones fueron debidamente parquizadas y enjardinadas para mantener el encanto del bosque.

Litman también en el lugar construyó su propia casa (Woodland´s) y fue obra del arquitecto García Arocena.

Durante el gobierno de Luis Batlle Berres, Litman le donó al Estado uruguayo una casa sobre la Avda. Roosevelt que se convirtió en la residencia presidencial en Punta del Este.

En 1957 se construyó el Residencial del Country, a cargo del arquitecto Querejazu, ubicado en una de las calles laterales del Cantegril Country Club.

Mauricio Litman vendía los bungalows en $ 35.000, pagaderos en cuotas. Adquirió Cerámicas y Ladrillos Sociedad Anónima (CYLSA) en las afueras de Maldonado, sobre la Ruta 39, donde fabricaba parte de los materiales para la construcción de los bungalows. Dicen que el horno de producción de ladrillos trabajaba las 24 horas del día.

Litman nombró representantes suyos en distintas provincias argentinas y tenía oficinas propias en Montevideo y Buenos Aires, desde donde promocionaba su urbanización y las bellezas de Punta del Este.

Rápidamente el Cantegril Country Club se convirtió en el centro de la vida social y deportiva del balneario. La playa del nuevo barrio fue El Grillo, donde Litman construyó un parador.

Su concepción publicitaria incluía también la organización de eventos culturales y sociales de relevancia internacional.

Como forma de promocionar su urbanización organizó eventos culturales y sociales de relevancia internacional: los Festivales Internacionales de Cine (el primero realizado en 1951) y los concursos de belleza Reina de Punta del Este (desde 1966), Reina de las Azafatas (1967) y  Reina Mundial del Turismo (desde 1970).

La difusión internacional que obtuvo Punta del Este gracias a las actividades promovidas por Mauricio Litman desde el Cantegril Country Club fue importantísima. Logró traer a actores, directores y periodistas cinematográficos de primera línea en Europa, Estados Unidos, Japón, México, Argentina y Brasil. En los certámenes de Reina de las Azafatas participaron representantes de aerolíneas prestigiosas -como Air France, American Airlines, Pan American, Varig, Braniff o Iberia- y otras menos conocidas pero de lejanos países -como Air Afrique o United Arab Airlines.

También el Cantegril Country Club promovió actividades deportivas de importancia. Litman contrató jugadores internacionales de tenis para partidos de exhibición y profesores de primer nivel para impartir clases. También incorporó el Club de Golf a las actividades del Country e instituyó importantes premios, como la Copa de Oro (1954) y la Copa Aníbal Vigil (1959). Además, Litman promovía –a su costo- la visita de periodistas extranjeros, para que conocieran Punta del Este y difundieran por el mundo sus bondades y múltiples emprendimientos. Punta del Este obtuvo un beneficio directo de tales actividades ya que creció su prestigio nacional e internacional. Se logró una publicidad formidable que de otra forma hubiera sido imposible, gracias a la cual aumentó notablemente su prestigio nacional e internacional. Por su parte, Litman consiguió también el objetivo buscado: la venta de su urbanización. A su vez, la creación del barrio Cantegril significó mayor recaudación para la Intendencia de Maldonado, ya que un padrón que tributaba como rural pasó a ser dividido en cientos de solares que abonaban individualmente la contribución urbana.

Los nuevos propietarios de los bungalows y terrenos se convirtieron en fieles veraneantes del balneario.

En junio de 1956 la firma Vanguardia S.A., de Mauricio Litman y asociados, en conferencia de prensa a través del arquitecto Julio C. Aranda, destacó las características de su nuevo emprendimiento: el edificio Vanguardia, ubicado en la rambla sobre la playa La Pastora. En 1957 se construyó el primero de los cuatro bloques, edificados uno a continuación de otro. Junto con el Península, fueron los primeros edificios de apartamentos que quebraron la horizontalidad del balneario.

En 1963 se construyó el edificio Santos Dumont, con 300 unidades habitacionales y una galería comercial. La construcción fue iniciada por Cantegril S.A. y continuada por el grupo inversor venezolano FINURSA. En 1965 la Comisión Nacional de Turismo distinguió la trayectoria de Litman y le concedió el premio al Mérito Turístico. El emotivo acto se llevó a cabo en la Prefectura del  Puerto de Punta del Este. En febrero de 1968 se inauguró el edificio Lafayette, con la presencia del presidente de la República, Jorge Pacheco Areco, y otras altas autoridades. Lo siguió el edificio Kennedy, en diciembre de 1971, construido por la sociedad Cantegril Internacional S.A. Litman se preocupó por numerosos problemas que perjudicaban a los comerciantes y limitaban las posibilidades a Punta del Este. Así, en varias ocasiones fue recibido por los ediles de la Junta Departamental de Maldonado para disertar sobre el potencial turístico de la zona.

En 1960 presentó una iniciativa para solucionar el grave problema del abastecimiento de agua potable que sufría el balneario. OSE no disponía del dinero para realizar las obras de la laguna del Sauce que asegurarían el suministro regular a la población -toma de agua, potabilización y entubamiento hasta Punta del Este. Litman propuso que la Intendencia de Maldonado le prestara a OSE el dinero necesario y que ésta a cambio le cediera el cobro de las facturas hasta que se alcanzara el monto prestado. La idea no fue aceptada y las obras tardaron más de una década en realizarse. En 1970 se empeñó en plantear al gobierno que las empresas estatales debían aplicar tarifas diferenciales de agua, energía eléctrica y servicios telefónicos para las residencias que se alquilaban durante la temporada veraniega.

Mauricio Litman se casó en 1943 con Blanca Mazer, con quien tuvo seis hijos: Silvia Mónica (fallecida cuando tenía un año y medio),  Alejandro, Diego, Enrique, José Luis y Guillermo. Su esposa fue una gran colaboradora en sus emprendimientos.

Con la irrupción de la dictadura uruguaya, la situación de Litman se complicó. Fue perseguido, e incluso detenido por presuntos delitos económicos, como evasión de impuestos y fuga de capitales. En mayo de 1974 sus empresas fueron intervenidas por el gobierno militar. Volvió a la Argentina, donde desarrolló actividades comerciales en Bariloche. Luego se radicó en los Estados Unidos. Con el restablecimiento de la democracia, Litman y su familia regresaron a Punta del Este.

Mauricio Litman falleció el 24 de abril de 1988. Desde el diario El País, el periodista Julio Cabot se refería así a su persona: “… La Península le debe su gran proyección internacional y el país, por extensión, el reconocimiento por la enorme contribución al desarrollo del turismo. A comienzos del año, Litman regresó con el empuje de los tiempos idos. Traía entre sus manos, cual milagrosa arena que sólo él pudiera retener un nuevo y grande sueño. Hombre pragmático, pero impetuoso, comenzó a mostrar esa realidad tangible y a plasmarla en un nuevo y gran proyecto cuyos valores no se limitaron a la creatividad edilicia sino que ganaron, fundamentalmente, las formas de su realización…”.

Cuando lo sorprendió la muerte, Litman estaba trabajando en un proyecto para construir en Punta del Este un hotel cinco estrellas.

Sus cenizas fueron esparcidas en los jardines del Cantegril Country Club. En  1997 se le tributó un merecido homenaje y se descubrió, en el lugar, una plaqueta en su memoria.

En el año 1998, en ocasión del Festival Internacional de Cine Europa, un cine de Punta, se instituyó el premio Mauricio Litman. El 11 de diciembre de 1988, la Junta Departamental de Maldonado aprobó  designar con el nombre de Mauricio Litman la avenida que une el Cantegril  Country Club con la avenida Roosevelt. La Intendencia concretó la resolución el 18 de enero de 1999, en ocasión del festival cinematográfico Europa, un cine de Punta II. En la ocasión, el intendente Camilo Tortorella expresó: “…fue el hombre que tuvo la virtud, la experiencia, la sagacidad y hasta el atrevimiento de realizar un festival de cine a nivel mundial para que Punta del Este se conociera en el mundo entero…”. Punta del Este tiene una gran deuda de gratitud con Mauricio Litman, uno de los más entusiastas hacedores del balneario.

 

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